Política pública provincial sobre lactancia materna. 2012
Dra. Patricia Barrios Skrok*
La leche materna humana es recomendada en todas sus opciones -cruda, ordeñada o pasteurizada- por los considerables beneficios que propicia: desde un fortalecimiento del lazo vincular entre la madre y el niño a destacarse por ser el alimento óptimo de la especie que, administrado a temperatura ideal con características nutricionales, hormonales e inmunológicas ocasiona menor riesgo de enfermedades en la vía digestiva (enterocolitis necrotizante, diarrea, etc.), respiratoria (bronquiolitis, neumonía, etc.), dermatológica (dermatitis), o padeciendo enfermedades crónicas. enfermedades en la edad adulta como la obesidad y la hipertensión. Las consecuencias de no amamantar son claras.
A nivel internacional, se ha constatado el alto impacto en la salud y la madurez del niño y el bajo coste de fortalecer simultáneamente la lactancia materna mediante iniciativas en los ámbitos sanitario, educativo y laboral.
Desde 1939, la Dra. Cecily Williams ha alertado sobre las consecuencias nocivas de la comercialización indiscriminada de sucedáneos de la leche materna, apoyada por grupos globales que defienden y protegen la lactancia materna como IBFAN (International Baby Food Action Network) y WABA (Alianza Mundial para la Acción por la Lactancia Materna). Actualmente, estos organismos asesoran a la Asamblea Mundial de Salud en acciones como la acreditación de Hospitales y Centros de Salud Amigos de la Madre y el Niño, consultorios de lactancia materna y servicios de neonatología con uso de leche materna humana pasteurizada para los bebes internados.
Son variadas las causas que pueden llevar a la pérdida del hábito de la lactancia materna, y en todas ellas está presente la presión mental que recibe el binomio madre-bebé durante este período vulnerable, que los profesionales sanitarios y la familia se proponen proteger como célula básica de una humanidad sana y fortalecida.
En la provincia de Buenos Aires, la prevalencia de la lactancia materna en el cuarto mes de 2012 —datos proporcionados por una encuesta anual realizada durante más de 17 años— aumentó alrededor de un 41% con respecto al año anterior (37,8%) y su incremento es de alrededor del 15% en comparación con 2011 (16,8%).
Gráfico 1: Evolución de la prevalencia de la lactancia materna exclusiva este
año
Si observamos los avances logrados en el incremento del LME desde que se evaluó este indicador (12,1% en
Sin embargo, todavía queda mucho por hacer, ya que, como se ve en el gráfico 2, la disminución de LME y el aumento de destete ocurren rápidamente a medida que el niño crece y comienza (a veces de forma extremadamente precoz) la incorporación de otras leches y/o alimentos.
Gráfico 2: Prevalencia de lactancia materna exclusiva y lactancia materna por subgrupos de edad
en 2012 – Provincia de Buenos Aires
Por ello, desde la Secretaría de Salud de la Provincia de Buenos Aires, a través del Programa Materno-Infantil (PMI), se cumplen las recomendaciones de alimentación sugeridas por la Organización Mundial de la Salud, que solicita su implementación como medida fundamental para reducir la morbilidad y mortalidad infantil, la cual “promueve, apoya y protege la lactancia materna exclusiva desde el nacimiento hasta los seis meses de vida y se complementa con alimentos caseros, adecuados e inocuos durante los últimos dos años o más”. Por otra parte, el PMI, que cuenta con un responsable de Lactancia Materna y celebra anualmente la Semana Mundial de la Lactancia Materna, es responsable de implementar la Solicitud Internacional de la Declaración de Inocencia (1981).
Los profesionales sanitarios tienen una gran responsabilidad de asistir a la familia en su momento más vulnerable y apoyarla objetivamente en sus decisiones sobre la alimentación y el cuidado del niño. El Código Internacional de Comercialización de Productos Lácteos Materno infantiles (CISLM), aceptado mundialmente desde
1981 e integrado en el Código Alimentario de nuestro país, asume la responsabilidad de la protección y exige que los profesionales sanitarios que atienden a la mujer durante el periodo perinatal
consideren únicamente los aspectos tecnológicos de la asistencia, así como la bioética de no generar conflictos de intereses entre ellos, sus empresas y las madres.
De esta forma, ningún miembro del equipo de salud debería facilitar la publicidad de productos comercializados por empresas lácteas, biberones y/o chupetes durante los primeros años de vida.
Recordando las lecciones aprendidas a lo largo de la historia de la humanidad, hay varias ideas que podemos planificar en 2013 para promover la lactancia materna, y entre ellas podríamos sugerir el apoyo a las madres, empoderándolas con información veraz y técnicas actualizadas, sin influencia comercial, que proporcionen mayor claridad y calidad de vida.
La lactancia materna es más que una estrategia política: es una práctica cultural globalizada que ha permitido a la humanidad sobrevivir con un modelo de crecimiento y desarrollo. Desde el Subprograma de Lactancia Materna continuaremos con acciones para promover y proteger la lactancia materna de forma activa y abierta a las propuestas de la población para mejorar la tarea de reducir la morbilidad y la mortalidad maternoinfantil.
* Responsable del Subprograma de Lactancia Materna, PMI, Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires
Equipo de difusión: Dr Marcelo Jaquenod, Lic Verónica Barleta, Sr Carlos Sereno.
Equipo Lactancia Lic Graciela Gómez, Lic Julia Britos






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